La clave del éxito

 

Hoy, queridos lectores, voy a compartir con vosotros la clave del éxito. Hay estanterías repletas de libros para descifrarla, se han dado muchas fórmulas, vídeos, consejos y demás para dar con ella.  Pero hoy, aquí, gratis, os la voy a decir.  La clave del éxito es: definir bien tus objetivos.

¿Y ya? Pues sí. Porque para cada uno el éxito significa algo diferente: para algunos será tener un coche de una determinada marca, para otros hacer un viaje (o varios), habrá quién mida su éxito en repercusión en redes sociales.  Y todas estas definiciones de éxito son válidas.  Siempre que tengas claro cuál es tu objetivo, podrás trazar un plan para conseguirlo.  Os estaréis preguntando: si es tan fácil, ¿porqué la gente está obsesionada con el éxito? Y la respuesta también es muy simple: porque no sabemos definir objetivos.

Para empezar, hay que limitar los objetivos que nos planteamos a dos o tres, porque como decía mi abuelita “el que mucho abarca, poco aprieta”.  Cada uno de tus objetivos va a requerir una serie de recursos para conseguirlos (tiempo, dinero, esfuerzos, etc.) por lo que es imposible que tengas recursos suficientes para más de tres objetivos.  Al no alcanzarlos, vendrá la frustración y la sensación de que no avanzas.

El segundo punto para definir bien objetivos es seguir el modelo SMART, que son las siglas en inglés de los siguientes requisitos:

·         Specific (específico): “quiero comprarme un coche” está muy bien, pero si puedes definir marca y modelo del coche que te quieres comprar, sabrás lo que tienes que ahorrar y podrás calcular el tiempo que vas a requerir para comprarlo.  Mientras más específico sea, más fácil será dar los siguientes pasos.

·         Measurement (medible): “quiero ahorrar”. ¿Cuánto quieres ahorrar? ¿10 euros? ¿50? En el momento que un objetivo se puede medir con números, comienza a volverse tangible.

·         Attainable (alcanzable): no caigas en la trampa de ponerte objetivos demasiado fáciles, porque entonces no tendrás que esforzarte y perderás el interés en tu objetivo.

·         Realist (realista): “mi objetivo es ser jugador profesional de fútbol”. Tengo 37 años y no he hecho ejercicio en mi vida. Lo más probable es que no consiga mi objetivo, lo que me generará frustración.

·         Timely (en el tiempo): cuando ponemos plazos para conseguir objetivos, estamos sentando las bases de un plan específico para lograrlos.

Una vez establecidos tus objetivos (personales, profesionales, etc.), hay que establecer un plan para conseguirlos.  Pasado el plazo que te habías puesto, vuelve a revisar tus objetivos.  Si los has conseguido, es hora de levantar un poco más el listón y seguirte esforzando en nuevos objetivos.  Si no, es necesario revisar de forma objetiva los motivos por los que no los has conseguido, corregirlos y volver a intentarlos.

Por último, pero no menos importante, recuerda que la felicidad no está en el destino, está en el camino: disfruta recorriéndolo.

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